Este blog pretende dar a conocer lo que sucede con los Derechos Humanos en Colombia. Es un espacio para mostrar el acontecer nacional e internacional en cuanto a este tema se refiere.
viernes, 6 de abril de 2012
Agenda 6: El Ensayo
Medellín: Refugio de desplazados
A Medellín, capital del departamento de Antioquia, han llegado, desde la década de los años noventa, miles de desplazados de todas partes, no sólo del departamento, sino de la república entera. Lamentablemente, el estado ha sido incapaz de atender esta emergencia, por lo que las familias en "situación de vulnerabilidad" como también se les llama a los desplazados, han tenido que salir adelante por sus propios medios.
Para quienes tienen familiares en la urbe, su situación es un poco más llevadera, pero para quienes están completamente solos, las penurias, privaciones y vejaciones son incontables. La falta de presencia del estado, los continuos hostigamientos por parte de los mismos habitantes de los sectores a donde los desplazados llegan; las amenazas de los diferentes grupos de delincuencia común, la presencia (disimulada o abierta) de los mismos grupos armados que como rémoras se han aferrado a los propios desplazados yendo a donde ellos van, son el equipaje que a cuestas llevan de una vereda a otra, de un municipio a otro, de un barrio a otro, estos compatriotas cuyo único pecado ha sido estar en medio de una guerra que no es de ellos, que no les interesa, que no les importa. Una guerra, en fin, que ha destruido todo lo que esas comunidades han construido con denodado esfuerzo durante toda su vida. Esas colectividades, miles, millones de seres humanos víctimas del miedo, de la violencia, del despojo, piden a gritos que este conflicto cese, para poder vivir por fin, en paz y poder regresar a sus tierras,a sus cultivos, a sus animales, a su campo.
"EL DESPLAZAMIENTO FORZADO EN COLOMBIA: NI DERECHO A QUEDARSE, NI DERECHO A MARCHARSE".
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El desplazamiento forzado en Colombia nos habla del uso de estrategias de terror empleadas de manera indiferenciada por parte de los actores armados para expulsar a la población y controlar territorios estratégicos: masacres, persecución y asesinatos selectivos de personas acusadas de ser auxiliadores de la guerrilla o de los paramilitares, tomas armadas de pequeñas poblaciones, retenes y control de acceso a víveres, prohibición de la circulación y de la práctica de determinadas actividades económicas o ejercicios profesionales, reclutamiento forzado de hombres y jóvenes para los diversos ejércitos, violación de mujeres, entre otros, son algunas de las situaciones que han “motivado” estos desplazamientos forzados. El desplazamiento, antes que un suceso intempestivo e inesperado, es el resultado de un proceso de exacerbación de un ambiente de terror, de miedos acumulados, de una ya larga historia de control de la población por parte de los grupos armados (Castillejo, 2000); sólo que ahora ese control ejercido por uno de ellos y asumido en muchos casos como parte de la cotidianidad de poblaciones enteras, pasa a hacer parte de una disputa en la que se incluyen las fuerzas armadas estatales como un actor más6. Es ahí cuando para la población civil parece imposible sustraerse de las lógicas y las dinámicas de la guerra y cuando la huida parece ser el último recurso de protección con el que cuentan. Sólo que, como veremos, para algunos tampoco la huida es posible, lo que obliga a ampliar el horizonte explicativo de desplazamiento forzado interno en Colombia incorporando tanto la obligación de migrar, como el impedimento para hacerlo como parte del mismo fenómeno.
El desplazamiento de personas que generalmente habitan en zonas rurales hacia los pueblos (cabeceras municipales) o ciudades intermedias y, de manera mayoritaria, hacia las principales ciudades capitales, constituye la principal tipología de desplazamiento forzado interno en lo que se ha conocido como desplazamiento intrarregional o “migración a corta distancia”.
Esto ocurre, bien sea a través de éxodos masivos de comunidades enteras ante eventos de alta visibilidad como tomas de pueblos, combates de alta intensidad o masacres, o a través de lo que se ha conocido como desplazamiento individual o “gota a gota”, un éxodo silencioso, la mayoría de las veces imperceptible tanto en los sitios de expulsión como en los de recepción.
"...un campesino sin tierra no es nada..." Última parte del video“Campesinos
desplazados en Colombia “invisibles””
Se podría pensar que el desplazamiento, sea rural o intraurbano, sólo afecta a las clases pobres. Nada más lejos de la realidad. También las familias de estratos altos han sido obligadas a desplazarse, porque en este caso sí se aplica lo de "tabla rasa".
A los actores armados no les interesa si quien ostenta la propiedad de la tierra es de clase alta o clase baja. Lo que a ellos les importa es únicamente el control de las tierras y lo que en ellas haya. De ahí que también esas familias tengan qué emigrar. Tal vez en mejores condiciones relativas, pero de igual manera deben irse.
Aparejada al desplazamiento se encuentra la desaparición, llevada a cabo por los diferentes actores armados sin misericordia. Esta última acción ha hecho que las comunidades se desplacen para, por lo menos salvar su vida, aunque sus bienes materiales queden abandonados.
Sonsón, al igual que todo el oriente antioqueño ha sufrido este flagelo. Tanto la desaparición como el desplazamiento han sido silenciosos, pues lo que menos les interesa a los asesinos es tener publicidad. Por ello, muchas veces no nos damos cuenta quiénes han tenido que huir de sus parcelas. Sólo los familiares o allegados a estos núcleos familiares se dan cuenta de la magnitud de la tragedia que los ha cobijado desde hace más de quince años.
Para recordar a esas víctimas del conflicto armado en esta subregión, se ha creado una página web con la historia, los casos y las consecuencias del conflicto en este territorio. En ella hay fotografías, testimonios, historias de vida, de quienes han sobrevivido a estos actos de barbarie. se trata de la página
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